Cerámica Cardial: la cerámica mediterránea de las conchas

En este artículo te contamos todo sobre la cerámica Cardial. Un barro con olor a mar nacido hace más de 7.000 años a orillas del Mediterráneo 🌞

En 1933, Rafael Pardo realiza unas primeras prospecciones en la Cova de l’Or en Beniarrés (Alicante).

No lo sabía todavía pero estaba ante uno de los tesoros arqueológicos más importantes del Levante. Las excavaciones se paralizan unos años después por el inicio de la Guerra Civil Española.

Labores de excavación en la Cova de l'Or

Sin embargo, unos años más tarde, en 1950, el arqueólogo Vicente Pascual retoma la tarea y comienzan a sacar una enorme cantidad de utensilios y piezas de barro, con restos de animales, cereales carbonizados o moluscos. Entre nervios y una enorme inquietud por conocer la historia de todo lo que había allí enterrado.

Vaso con decoración impresa Cardial 5.000 a.C. - Foto por Joan Banjo

Poco a poco, entre estas primeras piezas de barro, comienzan a encontrar varias marcas realizadas con conchas, lo que confirma un hallazgo único de la llamada cerámica cardial.

Finalmente, con la ayuda de M.Hopf, experto en dataciones, analizan las piezas con la prueba del carbono 14 y descubren que todo ello pertenecía a la época del Neolítico Valenciano del 5.500 a.C.

Sí, hace 7.500 años ya estaban nuestros tataratatarabuelos decorando y haciendo botijos de barro con unos acabados más que decentes.

Y es que, de entre todas las pistas que nos deja el pasado, la cerámica es una de las más interesantes para periodizar épocas y conocer la historia de muchos pueblos y culturas.

Vaso geminado con decoración impresa cardial

Vaso geminado con decoración impresa cardial encontrado en la Cova de l'Or - Fuente aquí

En este caso, a través de la cerámica cardial podemos viajar hasta aquella época. En la que los pueblos mediterráneos ya se inspiraban en la naturaleza y el mar para crear no sólo objetos prácticos, si no piezas decoradas en el apogeo de un arte.

¿Qué es la cerámica cardial? Breve descripción y significado

La cerámica cardial es un estilo decorativo que nació en el Mediterráneo y que está caracterizado por las incisiones que se hacían sobre el barro crudo con conchas de distintos moluscos, en especial del berberecho.

Este bichillo marino es un bivalvo que pertenece a la familia de los Cardiidae y que antiguamente era llamado Cardium. Palabra que viene del griego kardiá y que significa corazón, en referencia a la forma de sus conchas.

Conchero Arguin en MauritaniaConchero Arguin en Mauritania - Fuente aquí

Sólo de los moluscos bivalvos se sabe que existen aproximadamente unas 13.000 especies, con lo que no sería difícil para nuestros antepasados mediterráneos (unas 200 generaciones atrás) encontrar esos marcadores naturales para sus creaciones de barro.

La impresión se hacía de dos maneras:

Por un lado, mediante la técnica de arrastre cardial. Arrastrando la concha y creando así líneas paralelas o patrones geométricos.

Y por otro lado, se volteaba de manera repetida el canto de la concha sobre el barro creando líneas sinuosas.

Técnica de Arrastre Cardial con Conchas de Berberecho

Pero la cerámica cardial fue más allá de los molusquitos y también se realizaba combinando otras técnicas; como el uso de punzones de madera, cuerdas, piedras pulidas o espátulas hechas con hueso.

Y por supuesto, incisiones con los dedos y las manos; la herramienta “más a mano”, jeje lo sientoo.. De ahí que también se la denomine cerámica impresa.

Era considerada un tipo de cerámica utilitaria, ya que su función principal no era decorativa, si no práctica. Como recipiente para almacenar comida y líquidos; los tupperwares de la época.

Siendo por ello una muy buena alternativa a las vasijas de piedra/madera/cestas. Con ella, podían cargar una tinaja y no tener que estar día sí día también yendo hasta no se sabe dónde a conseguir agua. Lo mismo con los excedentes de los cultivos.

Nosotros hoy le hemos dado una vuelta y también hemos incorporado macetas :D

Maceta Kardial 48

Maceta Kardial 48 inspirada en la cerámica cardial

Pero... ¿Dónde y cuándo aparece esta cerámica?

¿Dónde nace y a qué época pertenece la cerámica cardial?

Las piezas más antiguas que se han encontrado proceden de Siria y de Líbano, datadas del séptimo milenio a.C, 9.000 años atrás. Zonas donde se empezó a desarrollar la cerámica en general, influida por las porcelanas y piezas de caolín chinas.

Los siguientes ejemplos, de en torno al sexto milenio a.C. se encontraron en la región griega de Tesalia, que da al Mar Egeo.

Expansión de la Cerámica Cardial por el Mediterráneo

Expansión de la Cerámica Cardial por el Mediterráneo

A partir de ahí, evoluciona rápidamente y se expande cruzando el Mar Adriático hacia el sureste de Italia, el sur de Francia, el levante español, ciertas zonas de Andalucía e incluso el norte de África y Portugal, saliendo así al Atlántico.

La expansión tan rápida de esta cerámica cardial por todas las costas e islas próximas del mediterráneo tuvo mucho que ver con el mar y con las buenas capacidades náuticas que ya se tenían por entonces.

Desde la región del Creciente Fértil (Levante Mediterráneo, Mesopotamia y Persia) se perfeccionaron las pequeñas embarcaciones a modo de canoas. De hecho, se tuvo constancia de ello al haber encontrado restos de obsidiana en la cueva costera de Franchthi en Grecia, una roca volcánica que solo podía encontrarse en la isla de Melos, a 80 millas de distancia mar adentro.

Mar Mediterráneo en la Costa Blanca (Alicante, España)

Mar Mediterráneo en la Costa Blanca (Alicante, España)

Para que nos hagamos una idea, sería como ir en canoa desde Dénia hasta Ibiza. Con un par.

En fases posteriores, se sustituiría la decoración cardial por el peinado de las superficies con otros utensilios que imitaban las conchas.

Esta cerámica llegaría a expandirse mucho más allá del Mediterráneo, llegando a Escocia, el golfo de Guinea, Kenia e incluso hasta China.

Hoy, nosotros recogemos está técnica y nos hemos inspirado en ella para crear una línea de macetas artesanales únicas, inspiradas en la cerámica cardial:

 

Cerámica Cardial en la Cova de l'Or (Cueva del Oro)

Esta cueva es una de las mejores pistas sobre el Neolítico levantino y la cerámica cardial. En esta cueva, de unos 24 metros de profundidad y unos 8 de ancho, se encontraron todo tipo de objetos, materiales y restos animales.

El yacimiento arqueológico se encuentra en Beniarrés, un municipio de interior en el norte de la provincia de Alicante. Y está protegida por la Sierra de Benicadell, a unos 650 metros sobre el nivel del mar y unos 30km de la costa. Una zona mediterránea realmente bonita de montañas altas y vistas al mar.

Paisaje Ficticio de las cuevas de la zona en el Neolítico

Paisaje Ficticio de las cuevas de la zona en el Neolítico (F.Chiner) - Fuente aquí

Se cree que fue habitada por una comunidad de no más de 20-30 personas que también habitaron otras cuevas cercanas a la misma, como la Cova Negra, o la del Frontó. Por lo general, las comunidades vivían en zonas que no superaban los 30km de extensión, que ya me parece un pateo.. Imagina que te habías dejado la sal en la cueva de tu primo.

Parte de las cerámicas encontradas eran usadas como método de almacenaje, ya que se han encontrado restos de distintos granos y legumbres como la cebada, el trigo, las lentejas, los guisantes o las habas. En restos de otras cerámicas cardiales también se encontraron restos de pescado y marisco. La bona dieta mediterrànea.

De entre todos los objetos que se encontraron, destacan los realizados con sílex, los tubos realizados con hueso, la cerámica cardial y la cerámica con dibujos geométricos o esquemáticos.

También se encontraron muchas conchas de distintas variedades: dentalium, cardium, pecten. Algunas perforadas (como joyas o adorno personal) y otras sin perforar: usadas como cucharas o mini recipientes para guardar distintos tintes (óxidos) para pintar o realizar engobes en las piezas cerámicas.

Maceta de gres con incisiones de Cardium inspirada en la Cerámica Cardial

Maceta de gres con incisiones de Cardium inspirada en la Cerámica Cardial

Hoy en día, se siguen llevando a cabo campañas de investigación arqueológicas por parte de museos y ayuntamientos en esta cueva.

Otras de las cuevas donde se han encontrado piezas de cerámica cardial en España son:

  • Coves de Montserrat (Barcelona)
  • Cova del Parco (Lérida)
  • Cova del Vidre (Tarragona)
  • Cueva de Chaves (Aragón)
  • Cova de la Sarsa (Valencia)
  • Cova de les Meravelles (Gandia)
  • Cova de la Recambra (Gandía)
  • Cova de la Sendra (Moraira)
  • Cova Fosca (Alicante)
  • Cueva de los Murciélagos (Córdoba)
  • Cueva de la Mujer (Granada)
  • Cueva del Tesoro (Málaga)

Características de la cerámica cardial

La cerámica cardial se realizaba con pastas de bastante buena calidad, para la época.

Cocida entre los 400 y los 700ºC, a menudo en hornos primitivos tipo foso circular o simplemente en hogueras donde las piezas se cubrían con ramas, troncos, hierbas secas y tierra. El fuego era irregular, lo que daba esos acabados imperfectos e interesantes a las piezas.

Era una cerámica realizada con barro común y algún desecante arenoso como la caliza, que daba consistencia a la arcilla para poderla trabajar. Sin ella, el barro queda demasiado suelto y no coge consistencia para poder ser moldeado.

Lo bueno de la caliza es que es una roca sedimentaria muy abundante en zonas costeras. También es el material principal de estalactitas (las del techo) y estalagmitas (las del suelo) que podían encontrarse en las cuevas.

Las tonalidades era diversas e iban desde las rojizas (arcillas con óxido de hierro), pasando por las marrones hasta claras y negruzcas.

En cuanto al proceso de fabricación, el montaje de las piezas se realizaba mediante la técnica de rollos y cosido (superponer y apretar los rollos unos sobre otros).

Técnica de rollos y cosido

Técnica de rollos y cosido

Después se procedía al alisado de las paredes internas y externas con piedras planas o espátulas óseas, para hacer más regular la superficie y darle un mejor acabado.

Lo siguiente eran las incisiones decorativas sobre las paredes y cordones, como ya hemos visto, con conchas, espátulas, punzones o manos, hechas en dureza de cuero (cuando la pieza ha secado 24h).

Al mismo tiempo, se le daba el color aplicando engobes como la almagra, que también hacía de impermeabilizante para la pieza.

En el mismo día o pasadas otras 24 horas, se aplicaba el bruñido. El bruñido es una técnica en la que se usaban cantos de piedra rodados o trozos de cuerda, para frotar las paredes y acabar de darle el brillo a la pieza. Y lo más importante, hacerla impermeable para poder usarla como recipiente.

Por último, se dejaba secar al aire unos cuantos días más (de 4 a 7 días), para finalmente cocerse al fuego.

En general, la cerámica cardial se caracteriza por barros bien ejecutados, con pastas de buena calidad, desgargantes de grano fino, decoraciones simétricas y un tratamiento de alisado y esmalte antes de la cocción. Algo que, habiéndose realizado hace 9.000 años da una idea de la sofisticación que ya se tenía en el trabajo de la cerámica.

Esmaltes y engobes en la cerámica cardial

Para darle color a las piezas, se utilizaron 2 pigmentos principalmente:

La hematita. Es un mineral muy extendido que se podía encontrar fácilmente y de manera natural en la tierra o en las laderas de los montes. Compuesto por óxido férrico (Fe2O3), al menos un 70% de su composición es hierro.

Hematita encontrada en las cuevas de Altamira

Restos de Hematita de hace 15.000 años encontrados en la cueva de Altamira - Fuente aquí

Su nombre proviene del griego aematitis lithos que significa “piedra de sangre”, debido al fuerte color rojo de su polvo. Es uno de los colorantes más antiguos usados por el hombre. De hecho, las pinturas de las Cuevas de Altamira (hace 15.000 años) están hechas con tizas de este mineral. Los apaches y los incas también la usaban para pintarse la cara.

En la cerámica cardial, la hematita se usaba para hacer el engobado con la almagra. La palabra proviene del árabe clásico ma[a]rah y significa “tierra roja”.

La almagra era una especie de pasta líquida compuesta por arcilla (silicatos de aluminio), cuarzo (sílice) y finalmente la hematita, que le daba el tono rojo ocre. En nuestro formato digital sería un RGB (221, 57, 46). Se le aplicaba con la pieza todavía en dureza de cuero (ni muy blanda ni muy seca).

La utilización de colorante en estas decoraciones cerámicas es por relleno con pasta a fin de resaltar, por contraste, las impresiones, o bien por baño sobre toda la superficie (engobado o aguada, a menudo con almagra).

Desde los tonos grisáceos hasta los rojizos, pasando por todas las fases intermedias de pardos. También había pastas negras.

El cinabrio (también llamado bermellón, de ahí el color) es un mineral compuesto en un 85% por mercurio y en un 15% por azufre. A simple vista es parecido al cuarzo, pero con un tono rojizo. Rojo intenso, incluso mas que la hematita.

Cinabrio junto a Cuarzo en Almadén (Ciudad Real)

Cinabrio junto a Cuarzo en Almadén (Ciudad Real) - Foto por Joaquim Callén

Era usado como conservante e incluso llegándose a ingerir algunas veces creyendo que vivirían mas, aunque probablemente terminarían envenenándose por mercurio.

Se usó junto a la cera de las abejas para crear el lacre, que fundido funcionaba como el sello de las cartas o documentos de la realeza.

No se encuentra tan fácilmente, pero también se ha encontrado en restos de cerámica cardial.

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